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jueves, 21 de julio de 2011

Comunicarse no es pelear

Contacto 

Las discusiones suelen empezar como tranquilas conversaciones y luego escalan irremediablemente. Cuando tu pareja empieza a alzar la voz (ya sea al comienzo de la discusión, o luego de que han llegado a un momento de paz y el fuego empieza a encenderse nuevamente), es un excelente momento para establecer contacto físico.

Tocarla suavemente en el hombro, darle la mano, acariciarle el pelo o cualquier acción por el estilo, que sea una muestra de cariño, puede ayudar a marcar claramente que esto es solo un desacuerdo, no el final de nada, que aún hay amor, y que estamos allí para solucionar el conflicto. Que estamos escuchando y nos interesa lo que pasa. En fin, un recordatorio de que nos preocupamos y que no somos el enemigo.
Por supuesto, el toque no debe tener un cariz sexual. 

El ambiente debe ayudar a la comunicación 

El ambiente en que nos encontramos tiene una relación directa con cómo vemos las situaciones. Esta es una verdad absoluta.

Un ambiente hostil dificultará enormemente cualquier intento de discutir las cosas relajadamente. Por lo tanto, en cuanto tengamos la oportunidad, debemos intentar modificar el ambiente en que nos encontramos para hacerlo lo más propicio posible a una conversación madura y seria, sin intentos de pelea de telenovela, sino de solución de conflictos.

Para hacer esto, debemos esperar a tener un momento en que podamos estar tranquilos. Probablemente el momento más útil sea cuando nos hayamos separado por unos minutos para calmarnos, relajarnos y poder enfrentar mejor la conversación.

Aprovechando la oportunidad que tengamos, podemos poner algunas velas, bajar las luces, tal vez poner música suave, de algo que a su pareja le guste especialmente.

Creemos un ambiente tan romántico y relajado como sea posible. Luego invitemos a nuestra pareja a volver junto a nosotros y discutir tranquilamente el conflicto. Cuando entre y vea la forma en que hemos preparado el cuarto, sin lugar a dudas lo apreciará, y las defensas que se hayan creado por la hostilidad de la situación se debilitarán, permitiendo el avance hacia una solución pacifica. 

La palabra más difícil 

Increíblemente, los seres humanos parecen tener grandes problemas para decir “Perdón” y “Lo siento”. Estas son, probablemente las expresiones más difíciles de cualquier lenguaje.

Y esto pasa aún cuando la persona a la que se lo tenemos que decir es la persona que más amamos y con la cual más cómodos nos sentimos.

Pero es necesario que aprendamos a decir “Perdón”. Y no solo diciéndolo, sino sintiéndolo. Nadie ha muerto por decirlo, aunque por lo difícil que a alguna gente le parece, uno pensaría que sí. Irremediablemente, cuando uno ha errado el camino y actuado incorrectamente, en algún momento tendremos que decir cuánto lo sentimos. Es un momento duro, pero el único que puede realmente recomponer la situación.

Por supuesto, la idea social establecida es que los hombres son los que no pueden decir “Lo siento”, pero en realidad las mujeres entran tanto en pánico como ellos en ese momento. No es fácil bajar las defensas y mostrarnos como somos, admitir que nos equivocamos y que queremos solucionarlo.

No es fácil admitir que estamos arrepentidos de haber actuado como lo hicimos. Aún más, si no nos cuesta decirlo, es probablemente porque no lo sentimos realmente.

1 comentario:

  1. ¡Cuán sabio y verdadero! Artículo realmente grande y consejos! Tengo un problema realmente grave, es darse cuenta a tiempo! :) Muchas gracias por este post, lo que me dio mnogo!

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Muchas gracias por tus comentarios