la fragancia suave de un recuerdo fresco
(como el aroma de la madreselva en los primeros vientos de primavera)
el recuerdo intacto del escalofrio dulce que recorrió mi piel
ante tu primer llegada
(como la tibieza de una manta sedosa que calienta mis huesos en una noche fria)
la primer sonrisa y mis mejillas sonrojadas por tu intrepidez hacia mi
(una mezcla exótica de los hermanos Marx, el querible Allen, la acidez de Pinti y la ternura inocente de Biondi)
la letania de por que yo,
la sincronia del destino,
el desencuentro a través de los años,
el abismo de los mundos,
la realidad y los sueños,
el don de vuelo, y el arraigo en la tierra,
la alquimia del tiempo y el espacio,
la mistica,
la inocencia y la pureza del alma en vós que devele tras el velo.
El intento fallido de decir con simpleza la gloriosa delicia, el placer intenso de las cosas simples, y la presencia amorosa y palpable del espiritu.
La apasionada sensualista recien descubierta.
(querer tocar un alma y permanecer más allá de mi propio asombro a la par del despertar de mis sentidos.)
El sagrado arte, forjado con humildad cada dia,
de venerar la vida,
mi intuicion a flor de piel,
el asombro que no cesa,
el poder maravillarme y venerar los placeres de cada ciclo de mi vida.
Cuido mi alma como un tesoro.
Y estoy extasiada.
Curiosa, empiezo a tener un romance hondo y profundo, con la vida.
Gozando de los sabores, las texturas, los aromas, y mis ojos que estan en encuadre continuo (aun en sueños).
Una fiesta de los sentidos aqui y ahora mientras me rindo
dulcemente.
Tiernamente.
Y te veo.
Alma mia.
(gracias por guiarme a este descubrimiento sensorial...)
Gabi ©