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miércoles, 7 de septiembre de 2011

CULTURA MAYA ARQUEOASTRONOMIA.




TALLER DE CULTURA MAYA LECCIÓN 18 ARQUEOASTRONOMIA.

Las construcciones mayas con la vegetación selvática de fondo no solamente son hermosas, sino una muestra más del talento de este pueblo. Algunas de las construcciones cuya función religiosa resulta evidente para los arqueólogos presentan una característica muy notable: están alineados con respecto al cielo de forma que sirvan como verdaderos calendarios de piedra en fechas que eran importantes para el pueblo maya. Un hecho interesante en la ubicación geográfica del área maya es que al estar por debajo de la línea del Trópico de Cáncer del sol podía pasar sobre el zenit en dos ocasiones por año. Después del equinoccio de primavera, el sol se desplaza hacia el norte para alcanzar el zenit sobre el Trópico de Cáncer en el solsticio de verano, y entonces regresa hacia la linea ecuatorial para el equinoccio de otoño, en ese recorrido, el sol pasa dos veces sobre el zenit de la zona trópica donde se encuentra el área maya. Para los mayas estos dos pasos zenitales eran muy importantes desde el punto de vista de la agricultura y los rituales. Por lo mismo levantaron construcciones que marcaran el paso zenital del sol, así como los equinoccios y solsticios. Así por ejemplo tenemos el Templo de las Siete Muñecas en Dzibilchaltún, Yucatán (México), donde la luz del sol atraviesa el edificio en el amanecer durante los equinoccios. Y en el templo maya del Dios Descendiente de Tulúm también la luz de sol del solsticio de invierno penetra por una ventana en lo alto del edificio. Algo semejante ocurre en la Casa del Gobernador en Uxmal. Por su parte en Uaxactún todo un conjunto de edificios fueron colocados para realizar funciones astronómicas. Colocado en la estructura piramidal de la plaza se pude observar el denominado Grupo E que consta de tres edificios. En dirección al edificio central se puede observar la salida del sol durante el equinoccio y en los solsticios el sol puede observarse sobre los edificios laterales.

En México, la arqueoastronomía maya alcanza su máxima expresión en Chichen Itzá, una ciudad que surgió hacia el 550 d.C y posteriormente abandonada en el siglo X. Volvió a tener nueva vida hacia el 1000 d.C para ser nuevamente abandonada en el siglo XIV. Cabe destacar que por el año 800 la ciudad fue invadida por los Toltecas, quienes habían construido Teotihuacan, otro baluarte de la arqueoastronomía, lo cual modifico el estilo de construcción de Chichen Itza.

Un verdadero símbolo de la actividad astronómica maya en Chichen Itzá viene siendo "El Caracol", un edificio que asemeja a un observatorio astronómico moderno (con domo incluido). También conocido como "El Observatorio", fue construido con fachadas, ranuras y perforaciones de observación especialmente orientadas para enfocar eventos siderales específicos. El observatorio esta deliberadamente desviado de la alineación de su plataforma principal con la intención de que sus esquinas opuestas Este-Oeste apunten la salida del sol en el solsticio de verano y la puesta del sol en el solsticio de invierno. La plataforma principal está perfectamente alineada a la puesta de Venus en su declinación norte máxima. El basamento del observatorio apunta hacia la puesta del sol a su paso por el zenit. Y algunas de las ventanas y ranuras del Caracol apuntan hacia las estrellas Canopus y Castor. Ciertamente estos no son los únicos alineamientos encontrados en el Caracol, puesto que se han estudiado 29 alineaciones de las cuales 20 corresponden a fenómenos astronómicos en el horizonte; como por ejemplo la aparición de sol por la ventana 1 durante el equinoccio de primavera, o la observación de los puntos extremos norte y sur de Venus desde las ventanas 1 y 2.

El espectáculo arqueoastronómico más conocido mundialmente sobre el mundo maya es sin duda alguna el que ocurre en "El Castillo" o "Pirámide de Kukulkán" en Chitchen Itza. Construido hacia en 800 de nuestra era, es un asombroso calendario solar que marca los días del año así como los equinoccios de primavera y de otoño. El Castillo es un templo de forma piramidal de 28 metros de altura con 91 escalones en cada uno de sus cuatro caras. Los escalones son un registro en piedra del año solar. 91 escalones por 4 lados, más un nivel extra por la plataforma da un total de 365, un peldaño por cada día del año. En marzo y septiembre, cuando tienen lugar los equinoccios de primavera y otoño, respectivamente, las mastabas o plataformas sobre las cuales está construida la pirámide proyectan sombras triangulares sobre las paredes de las escalinatas. Las escalinatas están adornadas en su base por sendas cabezas de serpiente que simbolizan a Kukulkán (o Quetzalcoatl, la serpiente emplumada), y con los triángulos de luz y sombra provocados por la iluminación del sol equinoccial provocan una fantástica ilusión de una serpiente que está descendiendo a tierra desde la parte alta de la pirámide. Muy posiblemente la pirámide de Kukulkan presentaba otros alineamientos astronómicos en diversas secciones de su construcción, lamentablemente estas hipotéticas alineaciones las hemos perdido. Cuando la pirámide fue descubierta se encontraba en un estado excesivamente ruinosa, y en su mayor parte de la construcción que vemos en la actualidad es obra de un arduo proceso de reconstrucción.

observatorio astronomico mayaEl mundo maya en Centroamérica también tiene interesantes emplazamientos arqueo astronómicos. La ciudad maya más importante en este aspecto es Copán, en Honduras. Fundada en el siglo V a.C. y abandonada en el 850 de nuestra era presenta una gran cantidad de estelas y construcciones con motivos evidentemente astronómicos. Por ejemplo la estela numero 2 sólo recibe luz solar en su cara frontal cuando el astro rey se encuentra en su solsticio de invierno. Las estelas 10 y 12 indican con su alineamiento la puesta de sol el 12 de abril y el 1 de septiembre, la primera de estas fechas es el inicio de la temporada de lluvias. Pero lo interesante de esta alineación es que la estela 12, en el sector oeste de Copán se encuentra a 7 kilómetros de la estela 10, y ésta ultima queda bajo el horizonte.

Las mismas fechas, 12 de abril y 1 de septiembre, también están involucrados con el edificio 22 u "Observatorio". El famoso arqueo astrónomo Anthony Aveni descubrió que una estrecha ventana de éste edificio en su parte media apuntaba hacia el ocaso solar en estas fechas. Dicha ventana siempre se alineaba con Venus en el atardecer entre abril y mayo. Pero había más. El año anterior en que Venus alcanzaba su posición más elevada en el horizonte, el primer día de visibilidad del planeta por la ventanilla siempre se retrasaba 8 días, del 25 de abril al 3 de mayo. Al año siguiente de alcanzar la posición extrema, el último día de visibilidad de Venus obedecía a las mismas fechas. Estas fechas marcadas por dicha ventana y las posiciones de Venus tenían un razón simbólica: la fecha intermedia entre el 25 de abril y el 3 de mayo, esto es el 29 de abril, corresponde al paso zenital del sol sobre Copán. Con ello, los dos astros más importantes para los mayas Venus y el Sol se veían involucrados simbólicamente en el mismo edificio. Y esta función arqueoastrológica está perfectamente grabada en las serpientes de cabezas bicéfalas del edificio, una representa a Venus y apunta precisamente hacia el poniente, la otra representa al sol y esta apuntando hacia el naciente. Ante dichas implicaciones el Edificio 22 también ha recibido el nombre de Templo de Venus.


Fuente: Jesús Gerardo Rodríguez Flores | Sociedad Astronómica de la Laguna (México) www.astro-digital.com

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