LA ESPIRITUALIDAD COMO LA LUZ DEBE ESTAR EN SU EQUILIBRIO PERFECTO
COMO EL SOL
SI SE ACERCA MUCHO A LA TIERRA PUEDE QUEMARLA
En esto, la experiencia nos dice, que no podemos exagerar la espiritualidad, pues pasamos de la luz hacia las tinieblas… ¿Cómo es esto y cuál es la causa que nos indica el estar alertas? - - -Cuando tenemos una apertura llámese como se la llame, sea del lugar donde provenga, no podemos cerrar aún el libro de algo que no está del todo resuelto, como lo es la parte espiritual de cada individuo, la experiencia no es para hacer dios a nadie, sino para interpretar el papel que le corresponde a cada uno, entablar un diálogo con su propia naturaleza.
Todavía existe aquello que toma la forma y no tiene efecto sobre la ejecución de alguna causa universal, pues no se tiene actitud ni intención con lo que se va realizar, ni se tiene conocimiento pleno de lo que se va a trastocar existencialmente… ¿por qué? Porque aún no se ha alcanzado el conocimiento de lo que se encuentra en la manifestación de Dios en uno mismo, o sea, aún no se sabe para qué es tal o determinada situación que se presenta y se es llevado hacia derroteros difíciles de salir, como por ejemplo, hacer que los demás hagan lo que no quieren hacer o lo que no reciben en su interior en ese sentir, que es natural a todos como el sentido con que se mueven naturalmente en un orden todas las cosas.
Mucha demanda de espiritualidad causa rechazo, o sea que la espiritualidad desbordada de egos no transmite paz, sino nos aleja y hace tomar distancia. Muchas de las personas que no mantienen los equilibrios con respecto a esto, son causas que llaman a la parte oscura de los mecanismos no tan claros. No se pueden hacer figurativamente las cosas porque las cosas están votadas por los hombres y hay una necesidad de captar adeptos para ser apoyados por estos. La parte blanca es y no hay dudas, ésta no está buscando nada ni se excusa de lo que ha dado, ni piensa que lo que hizo merece una retribución, más allá tampoco busca nada para sí, sino hacia los demás porque sabe que ella existe y vive entregada a todos.
EL DECIR MUCHO Y NO HACER NADA
Es una falta y un atisbo de excusarse ante la observación del ojo de Dios
Las pobrezas espirituales son las pobrezas con que encausamos nuestras vidas con respecto a la necesidad que se nos vea y no a la necesidad que se descubra algo más de lo que se quiere transmitir. La debilidad es una falta de la espiritualidad, no así la fortaleza a pesar de las pruebas, siempre el ser que existe en la parte de la luz debe y tiene que estar bien, más allá de la lógica rudimentaria de la formación que el hombre ha llevado a ser muchas veces el pobre o la víctima.
El espíritu consciente no acepta una caída, sabe que ella le da más posición para saber donde estuvo el error y como sobreponerse a él. El ser espiritual que hace una tarea consciente acepta los retos y los desafíos que le entrega la parte evolutiva de la conciencia universal, para que se realice en misión y concrete su salto cuántico.
Recordemos que, los niños muchas veces son parte de una manipulación de la conciencia con respecto a lo que les entregan los adultos de sus creencias. En lo que hace a la parte espiritual algo coincidente de este tema; Los niños espiritualmente hablando o jóvenes de espíritu con respecto a la inmadurez de observar la vida a través de un vidrio de nuestra propia ventana de consciente, tiene que ver con lo que se ha consumido durante nuestra relación con la vida y qué es lo que le damos a las personas que conviven con nosotros, pues podemos ser muy espirituales, pero no estar dándonos cuenta lo mucho que afectamos a los que más deberíamos estar amando. Todo los rumbos espirituales deben estar alertas de determinadas causas y hacer silencio pues si hablamos perdemos lo que se nos quiere decir y toma mucho tiempo retomar el camino perdido.
En esto de las creencias de saberlo todo, se traspasa a otros cosas que aún no hemos resuelto de nosotros mismos y que aún no digerimos todavía. Hacer lo que los demás dicen es fácil pues toda orden es emanada de distintos puntos de vista y lo que los demás pueden estar haciendo es parte de una inconsciencia colectiva, que produce efectos que pueden ser parte de una bomba en actividad, que en lo espiritual muchas veces, negamos lo que decimos ser.
Somos inconscientes y no damos cuenta de quienes somos y no damos el brazo a torcer porque somos muchas veces inescrupulosos, queriendo demostrar que sabemos cuándo lo que hemos recolectado en esta vida, es para despertar de lo que somos con respecto a lo que hemos aprendido, es por eso que:
Cuanto más se sabe es la distancia de lo que aún nos falta
Y en ese saber, cada día que pasa es un paso infinito de alcanzar.
La espiritualidad propiamente dicha debe estar fundamentada en tres patas principales que alguna vez hablamos, equilibrio físico con lo que consumimos, mental con lo que pensamos y vemos y espiritual con lo que damos de nosotros al universo, con respecto a la identidad propia del ser y el compartir una parte como puente que somos, asegurando y protegiendo su verdad actuando en consecuencia.
1) NO EXAGERAR LO QUE ES NATURAL QUE ES
2) NOSOTROS SOMOS LO QUE PENSAMOS DEL RESTO
3) SI NO TENEMOS CONTROL DE NOSOTROS CON RESPECTO A LA PERSONALIDAD, ALGO NOS CONTROLA A NOSOTROS CON RESPECTO A LA EPIRITUALIDAD AÚN sin FORMA
4) SI NOS CREEMOS QUE SOMOS, ENTONCES NO SOMOS NADA.
5) SI NO LOGRAMOS BAJAR LO SUFICIENTE CUANDO NOS ELEVAMOS, NO PODREMOS COMPRENDER A LOS DEMÁS Y CREERNOS DIOSES. NADIE SUBIO Y SE QUEDÓ ARRIBA, SOLO DIOS EL SOL Y LO QUE RESPLANDECE.
6) LA ESPIRITUALIDAD NO EXAGERA SU FORMA, PUES DIOS NO HACE COSAS PARA QUEDAR BIEN CON NOSOTROS.
7) SI CREEMOS Y ASEGURAMOS QUE ALGO ES ASÍ, PERDEMOS LA REALIDAD DE LO QUE PUEDE QUE NO SEA TAN ASÍ.
8) QUEREMOS SER MAESTROS CUANDO ENTRAMOS POR LA PUERTA DE ATRÁS DE LA RAZÓN DE DIOS.
9) POR UNA EXPERIENCIA NO PODEMOS DECIR QUE YA SOMOS, PUES PERDEMOS EL VALOR DE LO QUE DEBEMOS SER Y ACEPTAR QUE SOMOS AUN MATERIA EN EVOLUCIÓN.
10) NADA SE OCULTA, MENOS LAS SOMBRAS QUE SE MUESTRAN CUANDO CAMINAMOS, SI AÚN SE REFLEJAN EN EL SUELO DE NUESTRA CONCIENCIA, DEBEMOS COMPRENDER QUE NO SOMOS AÚN ESPÍRITU Y LO QUE TENEMOS QUE VER, ES A GRANDES RASGOS LOS DEFECTOS QUE NO NOS HACEN DAR CUENTA QUE AÚN el ORGULLO PUEDE IDENTIFICARNOS.
Tenemos en frente a Dios y así y todo muchas veces queremos saber más que él.
Que es lo que nos hace ser tan indiferentes, o lo que nos cuesta aprender a vernos a nosotros mismos en el espejo de la vida… si creemos verdaderamente que somos, porque no somos capaces de aceptar a los demás. Que es lo que ven nuestros ojos como el mirador de nuestro propio mundo, queremos solucionarle la vida a las personas, queremos sanarlas y no somos capaces de hacerlo PRIMERO con nosotros mismos. Más hipócrita es aquél que aún sabiendo que lo es, toma a su hermano de rehén para beneficiarse. Si sabemos que somos, entonces el guardar silencio nos dará la práctica suficiente de no juzgar ni señalar lo injustificable.
Hoy se nos pide actuar, no que finjamos que somos evolucionados con respecto al plan del universo, decir es hacer, no se puede escribir en el aire lo que no sabemos todavía asumir en el compromiso que se tiene con la verdad con que todavía nos manifestamos, la cobardía de fingir que seguimos en un idilio evolucionado en las alegorías del yo soy y no tener la sensatez de contribuir a mejorar nuestra conducta.
Estos comentarios son parte de las experiencias que al día de hoy, muchos siguen arrastrando en ideologías que ya murieron desaparecieron y formas con respecto a seguir ensoñando un pasado que ya no existe, dudosos aún de lo que tienen en sus manos, dificultan la tarea de vestir la realidad y no ser capaces de ver el abismo que hay como hombres bajo nuestros pies.
Sabemos que las conductas algunas toman forma de deserciones, muchas veces de la realidad con que el Cosmos nos acerca su verdad. Si no se es objetivo con lo que retransmitimos, caemos nuevamente en el certamen de las lenguas de quien dice mejores palabras.
Recuerdo que hoy soy,
lo que existe de mí hasta este momento,
es lo que debo ser al instante de sentir,
lo demás,
es obra de algo que ocurrió
por eso no soy el pasado, soy un recuerdo de la experiencia
para prepararme de lo que viene hacia mí
para servir y equivocarme menos.
Gracias Maria Tereza.
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