Somos lo que queremos y lo que debemos, pero entre el deber y el querer me inclino por la maravillosa aventura de vivir...

Por Sandra Macías.

Somos lo que queremos y lo que debemos, pero entre el deber y el querer me inclino por la maravillosa aventura de vivir...


Somos lo que soñamos y por lo que luchamos, y si estar en pie de lucha significa tropezar, benditos sean los tropiezos que contemos en nuestra historia personal.

Nada me debes vida y espero nunca deberte una sonrisa al amanecer.

Tenemos un Dios, el añejo vino,  un buen tabaco, el anochecer, los silencios de cada día, un viejo amigo, un buen recuerdo,  lágrimas por los que se han ido y mil abrazos que compartir. Nada nos falta cuando tenemos un corazón que se encarga de latir, nada nos sobra cuando nos sentimos inmensamente ricos en nuestro porvenir.

No nos preocupemos demasiado por ser felices, la felicidad es el resultado de los segundos vividos. Igual volamos o igual fracasamos, pero el reloj es siempre fiel testigo de que existe vida aún y muchos vuelos por emprender.

Que nunca me falte un libro, que nunca rechace yo una pluma, que nunca me rinda y que nunca me olvide de ser feliz, es lo único que te pido vida en esta noche que esta por dormir...