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jueves, 2 de junio de 2011

Ladrones cibernéticos


A Tom Farmer, consultor en comunicaciones, de 50 años, le encanta usar Facebook para reconectarse con viejos amigos y ex compañeros de trabajo, así que se emocionó al recibir un mensaje de chat en vivo de Elissa, con quien había trabajado años atrás; sin embargo, luego de intercambiar saludos, el mensaje se volvió apremiante: Elissa y una amiga estaban en Londres y tenían problemas. “Nos asaltaron anoche”, escribió. “Nos quitaron todo el efectivo, las tarjetas de crédito y los celulares”.

“Válgame”, respondió Farmer, quien vive en Seattle. “¿Puedo hacer algo por ti desde aquí?

“Sí”, contestó ella. “Por favor, ¿podrías prestarme un poco de dinero para pagar la cuenta del hotel y tomar un taxi al aeropuerto? Te lo reembolsaré mañana, sin falta”.

Farmer ofreció llamar al hotel y pagar la cuenta con su tarjeta de crédito, pero Elissa insistió en una transferencia electrónica. Entonces él empezó a sospechar. “Tal vez soy un paranoico”, escribió, “pero, ¿en qué empresa trabajábamos cuando nos conocimos?”

Tras una larga pausa, ella contestó correctamente. Al darse cuenta de que esa información estaba en su perfil de Facebook, Farmer le preguntó cómo se llamaba el jefe que tenían. No hubo respuesta, y la trampa quedó al descubierto.

Resultó que “Elissa” era uno de tantos ladrones cibernéticos que hoy día usan información sobre cuentas personales y complicados programas de computadora para timar a los incautos haciéndoles creer que son amigos, empresas o servicios legítimos.

Y están teniendo éxito. “Antes, los malos eran adolescentes con acné que intentaban probar lo listos que eran desde el sótano de su casa”, dice Brian Yoder, vicepresidente de ingeniería de CyberDefender, fabricante de programas antivirus. “Hoy los grandes estafadores en línea son parte del crimen organizado, muchos de ellos en Rusia, España y Ucrania. No quieren destruir computadoras: sólo desean dinero; ganan millones de dólares cada día, y disponen de enormes presupuestos”.

Según el Centro de Quejas sobre Delitos por Internet de Estados Unidos, los fraudes cibernéticos denunciados en 2009 ascendieron a casi 560 millones de dólares, más del doble de la cifra de 2008. Un estudio calcula la cantidad real en miles de millones de dólares, pues se cree que menos de 10 por ciento de los delitos por Internet se denuncian.

Los ladrones cibernéticos cometen muchos fraudes, algunos nuevos y otros variantes de estafas bien conocidas. La gran diferencia es que ahora usan sitios de redes sociales para atrapar víctimas. Una vez que logran tener acceso a una computadora (a menudo tentando al usuario para que haga clic en un enlace y descargue programas espías sin saberlo), extraen contraseñas de Facebook, Twitter y otros sitios y se hacen pasar por miembros para ganarse la confianza de la gente. Para ellos, la actividad en las redes sociales significa millones de computadoras vulnerables para la estafa.

Esos sujetos no respetan nada. Una mujer de Massachusetts descubrió que unos estafadores habían robado de su blog una foto de su bebé para hacerlo pasar por un huérfano de Camerún que se ofrecía en adopción.

Los programas espías inician el ataque, y luego los maleantes humanos escriben las letras y los números de esos recuadros de registro llamados captcha, que son conjuntos de caracteres distorsionados que el usuario debe copiar para evitar el envío mecanizado de correo basura. Después otras personas, que trabajan en centros telefónicos ilícitos, se comunican con la víctima por correo electrónico, chat o mensajes de texto.
Entre las víctimas probables se cuentan los adultos mayores, que cada día usan más las computadoras pero tienden a ser muy confiados. Sin embargo, quienes caen más a menudo en la trampa son los adultos jóvenes.

“Suelen creerse invulnerables”, dice Christine Durst, experta en detección de fraudes por Internet


Quizá ya estén rastreando todo lo que haces en la Red para tratar de robarte. He aquí cómo evitar seis estafas muy comunes.

1 comentario:

  1. Obrigada pela tua presença no Chá das Cinco.
    Parabéns pelo teu blog!
    Te sigo
    Gemária Sampaio

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Muchas gracias por tus comentarios