No te identifiques con tu mentalidad del presente más de lo que te identificas con tu cuerpo. Tu yo real es el "Cristo Interno" o el "Yo Soy". Cuando tu cuerpo te duela o te dé problemas, manéjalo lo mejor que puedas, sabiendo que es algo distinto de ti mismo; debes hacer lo mismo con tu mente. Di cada mañana: "Yo no soy mi cuerpo, yo no soy mis pensamientos, yo no soy mis sentimientos. Yo Soy Espíritu Divino, una individualización de Dios".
Date cuenta de esta forma, que eres uno con tu mentalidad presente, y ésta solo es tu instrumento, haz que sea posible para ti, realizar un cambio para bien con gran rapidez.
Cuando se te haga difícil manejarte a ti mismo piensa: "Yo" intento pensar correctamente, pero "mi" no quiere hacer esto, sin embargo, "mi" tendrá que hacer lo que yo quiero -"Yo" soy el jefe, "Yo" hago lo que quiero.
Por supuesto, "mi" puede ser muy problemático, pero tan pronto como lo manejes objetivamente, en esta forma el sabrá que está vencido y pronto se rendirá.
Yo me quiero levantar, pero "mi" quiere quedarse acostado. O el "mi" pretende indigestión aunque yo sé que tengo dominio sobre mi cuerpo, o el "mi" está herido y enojado y desea revancha, aunque yo estoy determinado a perdonar. O el "mi" dice que el negocio está perdido cuando yo sé que Dios es mi suministro. Así es como la batalla se presenta a la conciencia.
Emmet Fox.
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