Quiero compartir contigo que lees mis líneas, aunque no te conozco, aunque estés en otro espacio lejano... quiero compartir mi agonía, porque tal vez sea la que experimentaste alguna vez en tu vida, y se que al encontrarte con mis letras, el viento me traerá tu compañía.
Me acostumbré a estar pendiente, a organizar mi tiempo, entre mis hijos, mi trabajo y él, y cada día sentía que estaba dando lo mejor de mí.
Mi familia no lo aceptaba, pero yo lo amaba, y tuve que explicarlo muchas veces... para nada, solo para sentir que no valió la pena, porque inesperadamente me di cuenta de que hacía tiempo buscaba las palabras para terminar con lo nuestro.
Y yo le ahorré ese momento... entregándole la llave de su apartamento.
Como duelen las despedidas querido amigo, y me uno al Club de los despechados, pero eso si, solo por tiempo limitado.
Porque la vida es muy hermosa, incluyendo el amor real, si no es él ¡Qué mas da!
El verdadero amor no muere, solo mueren las ilusiones y los caprichos.
Venezuela
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