Dejamos en el olvido la magia.....

En algún recóndito lugar de nuestra actual existencia, dejamos en el olvido la magia. Como si hubiésemos cavado un gran foso y allí, hubiésemos tirado los recuerdos, las sensaciones, las sonrisas y los sueños que tuvimos alguna vez, cuando niños. Nos "auto reseteamos", nos cambiamos el "chip". Antes, sin duda, todo era diferente. Antes las plantas, los árboles, el cielo eran - todos juntos - un bello paisaje cargado de misterio. Antes los pájaros eran figuras exóticas, que revoloteaban cerquita de nuestra cabeza, nos quedábamos atónitos, si alguno llegaba a volar bajito y queríamos, nosotros - también - volar a toda costa. Un perro era cien veces mejor que cualquier peluche y un gato? Uf, ¿Cómo atrapar  a aquel gato?

Corríamos de acá para allá, por todo el jardín, porque allá, a lo lejos, va el gato de la vecina!! La magia quedó atrás. Y nuestro lado espiritual, nuestro espíritu, nuestra alma, esa partecita de nuestro cuerpo que se regociga frente a una taza de chocolate caliente, esa partecita está sumergida, vaya a saber uno dónde... hasta que una nueva taza de chocolate caliente la invite a salir, la tiente y le diga: esto no es light, no es diet, pero ¡qué calorcito que deja en el alma!  Hemos perdido contacto con nuestro deseo, con lo que nos gusta, con lo que nos hace sentir - verdaderamente - bien. Improvisamos recetas: el shopping, el cine, el recital, cualquier entretenimiento, cualquier droga, cualquier anestesia rápida y eficaz que nos haga olvidar por un rato, que perdimos la magia y ya no recordamos cómo era sentirse auténticamente verdadero. Todo placer superficial actual no hace más que regenerar esa sensación de vacío. Aquello que realmente nos hacía feliz, aquella sensación de plenitud, no tiene nada que ver con lo que nos vendieron todo este tiempo. Aquello no se compra, no se gasta. Aquello está guardado en cada uno de nosotros, a pesar del olvido, está oculto en algún recóndito lugar de nuestra actual existencia. 

Gracias Romina del Blog Cuerda al Mundo.